La Medicina maya se
practica en cada región de una forma particular, sin embargo, a pesar de las
diferencias que puedan presentarse, comparten aspectos que, de cierto modo,
hacen similar esta práctica: el origen, las causas y el tratamiento.
Los
mayas alcanzaron profundos conocimientos médicos. Lograron determinar las
causas de las enfermedades, supieron describirlas, clasificaras según sus
síntomas, curarlas e incluso prevenirlas.
La
medicina maya prehispánica debe estudiarse en el contexto mágico-religioso en
el que su cosmovisión, y el carácter ético con el que debían conducirse,
estaban ligados a la búsqueda del equilibrio personal y social, ya que se
consideraba que el desequilibrio corporal ocasionado por la enfermedad era
consecuencia de un mal comportamiento que conjuraba la fatalidad, o bien de
augurios nefastos y catástrofes, con lo que se llegaba a un desorden cósmico.
Los
mayas vivían de manera armónica con su medio ambiente, lo que les permitió
conocer las propiedades curativas de plantas y animales, elaborar numerosos
medicamentos y aplicar tratamientos a diversos males.
El
proceso de curación era todo un ritual que podía incluir infusiones, cataplasmas,
sangrías, oraciones, confesiones públicas, ofrendas, baños purificatorios (como
el temazcal, o baño de vapor a base de hierbas), sacrificios y consumo de
psicotrópicos y en ocasiones, el paciente y el chamán entraban en trance
extático.
Al
igual que la escritura y lectura de códices, también los conocimientos médicos
más profundos estaban en manos de los sacerdotes. Dentro de la clase sacerdotal
había diferentes jerarquías: en la cúspide estaba el Ahau can -en algunos casos
Ah kin- el Señor Serpiente, símbolo del poder. Seguían, en orden de
importancia, los chilames, los profetas-adivinos que sabían interpretar los
libros sagrados y los fenómenos astronómicos. A continuación estaban los
h'menes o chamanes, que fungían como médicos-hechiceros y estaban muy cerca de
la gente: eran propiamente los médicos que atendían al pueblo maya. Por otra
parte, los nacomes eran los sacrificadores que extirpaban corazones, y los
chaacoob, sus asistentes.
Entre
las hierbas que los curanderos mayas utilizan para hacer sanaciones se
encuentran:
Azahar:
Es un calmante para los que padecen tensión nerviosa y orinar mejor.
Pomolché:
La savia de esta planta sirve para el tratamiento de granos difíciles y la
viruela.
Guayaba:
Las hojas de esta planta sirve para el tratamiento de la escabiosis o sarna y
para bajar de peso
Ciruela:
Las hojas de este árbol son usadas para eliminar el sarpullido
Granos
de maíz: era medicina espiritual ya que era muy importante, también el cabello
del maíz era utilizado para las enfermedades de los riñones.
El
Copal: La resina sacada por decocción de la raíz y corteza fue utilizada como
incienso para la purificación ritual y sanción espiritual, física y mental, se
sigue usando hoy en día por sus descendientes. De uso delicado ya que se dice
que saca el frío del interior y lleva un tabú en el que es prohibido bañarse en
los días posteriores al ritual.
La
miel de abejas silvestres: De variedades de abejas originarias de la región
como ser de jimerito y miel grande.
Resinas
de árboles además del copal utilizaban resinas de muchos otros arboles de la
región para sus rituales.
Ana Luz Reyes Caballero
Yolotzin Mendoza Delgado
¡Muy interesante! Gracias por compartir un poco de la sabiduría maya. Saludos.
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